- “Como
te ves con 50 años?”
Una
pregunta que o te reafirma en tu voluntad más ignorante acerca del devenir, o te
hace reflexionar sobre lo que estás haciendo.
Ésta
pregunta se la hizo a Ferrán Buxeda (Barcelona 1987) un viajero japonés
mientras el primero trabajaba en el gran Show Business de la Formula 1.
Mecánico
de formación y de profesión durante un tiempo, posteriormente y hasta hoy
conductor de metro de la ciudad de Barcelona, actividad que de momento compagina con el que creo que es
su oficio. Un oficio, que tiene más que ver, quizás, con lo que trasciende de
sus actividades que lo que realmente hace cada día.
- “A mí
lo que siempre me gustó fue crear y hacer crecer una comunidad de deportistas,
con unas mismas inquietudes, compartir el anhelo de libertad a lomos de la
bicicleta de cada uno”
Yo iría
más lejos y añadiría que a la comunidad ciclista que quiere alimentar, añade
unos principios éticos y estéticos que como mínimo son atractivos. Generosidad,
amabilidad, buen gusto y sencillez, están en el ADN del proyecto que está
desarrollando este barcelonés desde apenas hace un año.
Y es
que hace exactamente un año Instagram y el ciclismo nos cruzo al uno en el camino del
otro.
De ésta
manera y después de demandarle que me guiara por las rampas “escondidas” de
Collserola y compartiéramos un café en el Barrio de Sarriá de Barcelona, me
explicó su proyecto.
Ferrán,
antes triatleta hastiado por los entrenos y el síndrome gancho del triatleta,
me habló de organizar eventos ciclistas con alma y con mucho más que bicicletas
y carreteras y sobretodo sin dorsal ni cronometro. Visitar tierras con
historia, Denominación de Origen o algún marcado interés, más allá de la
belleza. Apoyándose en el tejido socioeconómico local, ofreciendo una jornada
de ciclismo y aventura a todo aquel que gustara de añadirse.
Una
carrera sin dorsales, sin animo competitivo, The Honor Race, la carrera del
honor. Carrera con mucho del espíritu brevet y a
disfrutar (o disputar según quién) por equipos durante toda una mañana,
cerrándola con una comida final de todos los participantes, a base de viandas
típicas y cava de la zona. En ésta primera edición se celebró en la pintoresca zona de l´ Alt Penedès. Comarca barcelonesa con dos D.O. vinícolas en sus domínios.
Y como
no cabía esperar de otra manera, agotó plazas disponibles par a su Honor Race en poco tiempo,
siendo el día del evento un éxito pese a una meteorología adversa. Un pequeño
éxito más en su haber, en el camino hacia donde quería llegar.
El
siguiente paso a dar, según Ferrán, era disponer de un punto físico de
encuentro para la comunidad ciclista que el quería hacer crecer en Barcelona. un sitio que fuera punto de partida o de llegada antes o después de una salida en bici.
Así decidió importar a la ciudad de Barcelona
el concepto de Cafetería Ciclista.
La
primavera pasada, gracias su cabezonería, Ferrán abrió las puertas de On Y Va
Sports Culture. La primera cafetería ciclista de Barcelona, con café de
especialidad y de finca, tostado por los respetados Café de Finca o del
reputado ciclista profesional australiano y coffe
roaster, basado en Girona, Cristian Meyer.
Cada
mañana, On y Va café, se provee de pastelería, fruta y leche de artesanos y
pequeños proveedores de la ciudad de Barcelona que ponen en su trabajo tanto
cariño como Ferrán en el suyo.
Punto
de encuentro de ciclistas en su preride o postride, a los pies de la infinita
Collserola, sala de exposiciones de fotos del referente de la fotografía
ciclista, Brazo de hierro, y
últimamente, destino de turistas internacionales que vienen en busca de un café
cosi en un ambiente más que bike friendly, como el que han
descubierto, posiblemente, desde miles de kilómetros de distancia gracias a las
redes sociales.
Éste fue el caso de John, un enjuto y barbudo ciclista de Manchester, que, pasando unas cortas vacaciones en Barcelona, se disponía a degustar un café con leche después de entrenar por Collserola.
"Estoy deseando dejar el lluvioso Manchester y venirme a vivir en Barcelona" afirmó. Y continuó, "Aquí todas las carreteras son smooth" -envidiaba haciendo un gesto con la mano de admiración.
Éste fue el caso de John, un enjuto y barbudo ciclista de Manchester, que, pasando unas cortas vacaciones en Barcelona, se disponía a degustar un café con leche después de entrenar por Collserola.
"Estoy deseando dejar el lluvioso Manchester y venirme a vivir en Barcelona" afirmó. Y continuó, "Aquí todas las carreteras son smooth" -envidiaba haciendo un gesto con la mano de admiración.
En poco
tiempo ha conseguido colaborar con profesionales con mucho talento y muy
respetados tanto local como internacionalmente como, Brazo de Hierro, Marcel Batlle, Café de Finca, Cuoreofswiss,
Ian Walton (The Mussette) o Cristian Meyer, proyectando más aún si cabe su proyecto
y, creando sinergias con los proyectos de estos otros.
Un paso
más pues de Ferrán, una cafetería con mucho rollo, poca postura, gran trabajo y
visión por parte de Buxeda y su pareja Gisela. Buen presente y mucho futuro en
este proyecto.
Más
cosas, a buen seguro, ofrecerá Ferrán a la escena ciclista Barcelonesa, así que
busca su perfil de Instagram o
acércate hasta el nº 45 de la Calle
Ciutat de Balaguer de Barcelona. Degusta un café, o lo que apetezca y a buen
seguro, antes de que te des cuenta, llevarás un buen puñado de minutos hablando
con Ferrán y te habrá liado para que te apuntes cualquiera de las salidas que
organiza cada semana.
Ah, y
si eres chica, desde hace apenas unas semanas, se viene la parte femenina del proyecto…Won
y va, donde tienen punto de encuentro todas las chicas ciclistas que quieran
tener estas experiencias, pero solo en femenino.
Gran post Alberto, dando a conocer un sitio original y su corta pero gran historia. felicidades
ResponderEliminar